venerdì 21 novembre 2008

La madre

Hay una mujer que tiene algo de Dios por la inmensidad del amor, y mucho de Ángel por la incansable solicitud de sus cuidados. Una mujer que, siendo joven, tiene la reflexión de una anciana, y en la vejez trabaja con el ardor de la juventud. Una mujer que si es ignorante, descubre con más aciertos los secretos de la vida que un sabio, y que, si es instruida, se acomoda a la simplicidad de los niño.
Hay una mujer que, siendo pobre, se alegra de la felicidad de los que ama; y siendo rica, dará con gusto sus tesoros sin que sufra su corazón la herida de la ingratitud. Una mujer que, siendo vigorosa, se estremece con los gemidos de un niño, y siendo débil, se reviste de la bravura de un león.
Hay una mujer que mientras vive no la sabemos estimar, porque a su lado los dolores se olvidan; pero después de la muerte daríamos todo lo que poseemos por mirarla un solo istante, por recibir de ella un solo consejo, por escuchar de sus labios una sola palabra. Esa mujer es la madre.

Anónimo

Traduzione

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